Memorias con música y algo más…
Al recordar experiencias anteriores de mi vida, me da mucha
nostalgia y a la vez alegría, por la felicidad vivida en aquellos días de
infancia, sobre todo las experiencias que de alguna manera han influido en mi aprendizaje
humano y artístico, además de que siempre he pensado que las vivencias son las
bases de nuestro temperamento, y la manera en cómo llevamos la vida. Nací en la
ciudad de Maracaibo, estado Zulia en épocas decembrinas, de gaita y algarabía,
pero, siendo sincero no recuerdo mucho mi estadía en este lugar, lo poco que
recuerdo, es un recurso invaluable de mi memoria.
Cuando era pequeño mi madre cuenta que, tenía cierta facilidad para retener melodías
de las canciones infantiles que escuchaba, como estaba muy pequeño y aún aprendiendo
hablar, las tarareaba. Además, siempre tenía una atracción por los instrumentos
musicales. Recuerdo una vez que, iba en el auto de mi padre y él tenía la
costumbre de encender la radio siempre que viajábamos, aun no se me olvida la
primera canción que pude escuchar, esto impacto mucho en mí, además que le dije
a mi padre ese día que repitiera la canción, el sonido tan peculiar que
llevaba, recuerdo que me dijo que era una guitarra la que producía dicho sonido
y aunque tenía 4 años de edad comencé a tenerle un afecto especial a este
instrumento.
Posteriormente, a mis 6 años de edad, mis padres deciden
separarse, por motivos ajenos a su voluntad, y esto hace que me vaya con mi
madre a la ciudad que se convertiría en mi lugar de crianza: Valera, en el
Estado Trujillo, puedo decir que, comencé una etapa de autodescubrimiento. Cabe
decir que, no me incliné por la música al momento, la verdad es que pase por
varias disciplinas antes de eso, recuerdo que mi madre me inscribió en varias
de ellas para descubrir que era lo que me gustaba, pase por karate, baloncesto,
atletismo, natación, baile, entre otras, no obstante, no duraba mucho ya que se
volvía rutinario y aburrido para mí. A pesar de que no me inclinaba
directamente por la música nunca dejo de gustarme, recuerdo que, con la edad de
8 años, encendía la televisión y escuchaba toda la música que colocaban, pero
sentía que no era suficiente, a esa edad pensaba que existía demasiada música
como para quedarme con solo lo que pasaban por la televisión que siempre era lo
mismo.
Recuerdo que en cierto día mi madre se enteró de un curso
de cuatro que estaban impartiendo, y le pareció una gran idea adentrarme en ese
mundo (ya que, no duraba en ninguna actividad extra en la que ella me colocaba).
Sin embargo, yo no estaba muy convencido de esto, ya que no tenía instrumento,
y pues de verdad si quería aprender a tocar, debía ser una guitarra, pero mi
madre hizo mucho énfasis tanto así, que me convenció.
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