UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS ARTES UNEARTE AUTOBIOGRAFÍA
Oscar J. Báez U. C.I. 12.405.624
Valera, 15 de noviembre de 2020
La realización del presente ensayo, tiene como finalidad la exposición de las experiencias de mi vida, específicamente, las que abarcan mi parte artísticas, quedando a la luz, una pequeña idea de quién soy, si bien no en su totalidad, sí un pequeño trazo que refleje más clara la perspectiva del lector hacia mí o mejor dicho, parte de mis vivencias. Con el desarrollo del mismo, en cierto modo me obligó a detenerme para recordar y con ello, volver a disfrutar por medio de mis recuerdos, tan gratas vivencias, que sin duda alguna son las que me mantienen vivo y me impulsan para un mejor futuro al mirar hacia atrás, ya que es parte de la vida presentarse situaciones que pueden hacerte girar de dirección. Nadie vive su vida igual a otros, ni siquiera los miembros de una familia-hogar y por supuesto la mía no es la excepción. Vengo de una familia marabina, numerosa de ambos lados, con los mil y un gustos. Dentro de tantos, está la música y todo lo que ella encierra bailes, cantos y tocando los instrumentos musicales.
Puedo decir que mi mundo artístico florece en primaria en la Escuela Básica San Alfonso María de Ligorio, que pertenece a una iglesia católica del mismo nombre y sector donde nací, ya que desde segundo a sexto grado participé en varias obras, bailes, proclamas de poesías, hasta tocar instrumentos de percusión como: panderetas, maracas y triángulo, en las piezas musicales que debíamos realizar en las diferentes actividades académicas y sin dudarlo, siempre me ofrecía y así estaba en sintonía con todos los actos y concursos para poder participar. Sin duda alguna, siempre estuve ligado al baile y canto popular. Con la llegada a mi adolescencia, es cuando se hace notar con énfasis mi gusto por este alegre mundo, teniendo la oportunidad de tocar charrasca con unos compañeros de clases, de donde formamos un pequeño grupo de gaitas. Sólo éramos 7 personas: 2 tamboreros, 1 charrasquero, 1 furrero, 1 cuatrista y 2 cantantes, abriéndose de esta manera la oportunidad de presentarnos en nuestras casas, familiares, amigos de diferentes sectores y otros colegios. Gracias a esta experiencia me di cuenta que mi gusto se inclinaba hacia la tambora, que aprendí a tocarla junto con el furro con mis primos mayores, que tenían un grupo gaitero familiar, del cual más adelante pertenecí por 8 años tocando la charrasca y tambora, alternándonos según la canción y así obtener mayor experiencia con estos instrumentos.
En ese período logré buenas amistades y conocimientos para decir que soy gaitero, ya que estuve ligado a ese mundo musical por años. Poco a poco fui recopilando todas las enseñanzas que me brindaron mis amigos músicos que se educaban bajo formación académica y los personajes que ya estaban dentro de ese ámbito por años. Esto llegó a su fin con la muerte de uno de mis tíos, fundador del conjunto, que no sólo era el alma de las parrandas, sino que se trabajaba bajo su dirección. Siempre me llamó la atención y me gusta la percusión, toco empíricamente, ya que nunca he estudiado música académica. Algunos de mis amigos no sólo siguieron tocando, sino que sí estudiaron música y llegaron a estar en grupos gaiteros y orquestas bailables reconocidas. Por cosas de la vida, yo no logré abrir camino en el mundo musical, por la devastadora enfermedad de mi padre y trabajo, entre otras cosas, más sin embargo, sí participé de adulto en ciertas ocasiones, con mis instrumentos favoritos, tambora y charrasca.
A pesar de este nuevo camino, no dejé de asistir a eventos musicales como los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Maracaibo, Orquesta de Vientos del Conservatorio José Luis Paz, las presentaciones de las corales, Venezziola y el Orfeón. Por supuestos que no podían faltar la Bajada de los Furros y Amaneceres Gaiteros. No imagino mi vida sin música, sería como vivir sin alma. No hay duda que es lo que más disfruto y siendo así, no sólo espero el momento que me lleve a ella, sino lo busco porque ya es parte de mí y que ahora pueda tener esta oportunidad de prepararme académicamente es grandioso, primero para obtener nuevos conocimientos, segundo para cerrar un ciclo que siempre he creído inconcluso y tercero, disfrutar de lo que nos apasiona, que es el arte musical.
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